Progreso del Tema:
  1. Los fantasmas

Era muy común creer en fantasmas en el mundo isabelino. El rey James I de Inglaterra, quien fue considerado un experto en temas de religión, escribió un tratado sobre sus características. En cambio, mucha gente culta de la época consideraba que estas creencias eran supersticiones infundadas. No sabemos qué opinaba Shakespeare al respecto; la única evidencia que tenemos es la postura que toman cada uno de sus personajes ficticios.  Hamlet no duda de que el fantasma de su padre sea real pero sí titubea, al principio, sobre los motivos de su aparición. De todas formas, el fantasma era un personaje recurrente en las tragedias de venganza.

En la obra, la sombra o el fantasma es sin dudas una presencia imponente y, como espectadores, el hecho de que Hamlet le hable con tanta valentía, nos impacta. El fantasma le insiste a Hamlet que lleve a cabo su venganza. Este pedido es lo que preocupará a Hamlet durante toda la obra. En un principio, Hamlet no está seguro si es ‘una alma dichosa’ o  una ‘condenada visión’ (I, x) y sus vacilaciones continúan cuando sospecha que el mensaje pueda ser una mentira que ‘valiéndose de mi propia debilidad y melancolía, me engaña para perderme’ (II, xi).  El fantasma reaparecerá en el tercer acto para recordarle a Hamlet que todavía no cumplió su promesa y para ejercerle más presión.

Referencia:

Boyce, C. (1990). Shakespeare A to Z: The essential reference to his plays, his poems, his life and times and more. New York: Roundtable Press Book.

 

  1. La Gran Cadena de los Seres

La Gran Cadena de los Seres era un concepto que en la época isabelina heredó de la Edad Media. Era un intento de ordenar la grandiosidad de la creación. La idea se fundaba en la creencia que Dios creó al universo siguiendo una estricta jerarquía o cadena que se prolongaba  desde Dios mismo hasta la creatura más insignificante. Cada elemento del universo poseía un lugar. Los humanos poseían un lugar en la cadena por debajo de los ángeles pero por encima de los animales, plantas, y piedras. En la cadena, algunos humanos se encontraban a más altura que otros.

El monarca se encontraba en el eslabón más alto, con los nobles y los clérigos por debajo. Luego lo seguían los caballeros y, finalmente, los plebeyos. Todas las mujeres eran consideradas inferiores a los hombres, con la excepción de la Reina Isabel I. Su posición como monarca pesaba más que el hecho de ser una mujer.

El deber de cada miembro era aceptar su lugar en la Cadena de los Seres y era premiado por Dios con el Cielo. La interrupción de la cadena llevaba al caos; sin embargo, mucha gente desafiaba su posición.  El monarca era visto como un representante de Dios y elegido por Dios así es que oponerse, derrocarlo y más aún, asesinarlo, como ocurre en Hamlet, era percibido como rebelarse en su contra. El mismo Hamlet se queja que el mundo está en estado de caos: ‘La naturaleza está en desorden… ¡Iniquidad execrable! ¡Oh! ¡Nunca yo hubiera nacido para castigarla! (I, xiii).

Referencia:

Claybourne, Anna y Rebecca Treays (2001). The Usborne World of Shakespeare. New York: Scholastic.

  1. El Cuerpo Político

El cuerpo político es una metáfora utilizada para comparar la política con el cuerpo humano que se remonta a la época de los griegos y que fue atravesando los siglos. La metáfora del cuerpo político compara a la población con el cuerpo, al jefe de estado con la cabeza y al resto de los organismos del estado con las demás extremidades. Hamlet advierte que se produjo un quiebre en el orden del mundo cuando reflexiona: ‘De donde resulta que los mendigos son cuerpos y los monarcas y héroes agigantados, sombras de los mendigos… iremos un rato a la corte, señores; porque a la verdad, no tengo cabeza para discurrir’ (II, viii).

  1. Memento mori

Esta frase significa ‘recordá que vas a morir’ en Latín. En Hamlet, hay referencias constantes al tema de la muerte que, como espectadores, nos hacen reflexionar sobre nuestra propia mortalidad como seres humanos. En el arte medioeval, era común dibujar a la muerte bailando junto a los representantes de cada estrato social. En Méjico, el Día de los Muertos, que se celebra el 2 de noviembre y donde los vivos festejan la vida de sus parientes fallecidos, es un “alegre” memento mori.

En su  primer soliloquio, Hamlet se lamenta ‘¡Oh el todopoderoso no asestara el cañón contra el homicida de uno mismo!’ (I, v) para referirse a la prohibición de la religión contra el suicidio. Por otro lado,   Horacio teme que el fantasma/ la sombra pueda tentar a Hamlet a tirarse desde un acantilado: ‘Pero, señor, si os arrebata al mar o a la espantosa cima de ese monte, levantado sobre los que baten las ondas, y allí tomase alguna otra forma horrible, capaz de impediros el uso de la razón, y enajenarla con frenesí… ¡Ay! ved lo que hacéis. El lugar sólo inspira ideas melancólicas a cualquiera que mire la enorme distancia desde aquella cumbre al mar, y sienta en la profundidad su bramido ronco’ (I, x).

Referencia:

Boyce, C. (1990). Shakespeare A to Z: The essential reference to his plays, his poems, his life and times and more. New York: Roundtable Press Book.

 

  • Descargá Hamlet y leé el Acto 1 y 2

http://www.biblioteca.org.ar/libros/89485.pdf

Si leíste Hamlet en inglés, acá tenés material extra para alumnos y docentes

Nivel elemental

https://eal.britishcouncil.org/resources/hamlet-act-1
https://eal.britishcouncil.org/resources/hamlet-act-2